miedo al miedo

El miedo hace huir o paraliza.Nos hace invisibles, manipulables, nos anula. Si somos capaces de no sentir miedo seremos ENORMES. No podran con nosotr@s y ell@s lo saben. La cuenta atras para un mundo màs justo y humano ha comenzado.

27 diciembre 2005
















UN DESEO PARA EL NUEVO AÑO.

acciones comunes para capturar a los terroristas, que empezarían por la pegatina, en todas las paredes del planeta, de carteles que digan Wanted:

Se busca a los mercaderes de armas, que necesitan la guerra como los fabricantes de abrigos necesitan el frío.

Se busca a la banda internacional que secuestra países y jamás devuelve a sus cautivos, aunque cobra rescates multimillonarios que el lenguaje del hampa llama servicios de deuda.

Se busca a los delincuentes que en escala planetaria roban comida, estrangulan salarios y asesinan empleos.

Se busca a los violadores de la tierra, a los envenenadores del agua y a los ladrones de bosques.

Y también se busca a los fanáticos de la religión del consumo, que han desatado la guerra química contra el aire y el clima de este mundo.

El poder identifica valor y precio. Dime cuánto pagan por ti, y te diré cuánto vales. Pero hay valores que están más allá de cualquier cotización. No hay quien los compre, porque no están en venta. Están fuera del mercado, y por eso han sobrevivido.

Porfiadamente vivos, esos valores son la energía que mueve los músculos secretos de la sociedad civil. Provienen de la memoria más antigua y del más antiguo sentido común. Este mundo de ahora, esta civilización del sálvese quien pueda y cada cual a lo suyo, está enferma de amnesia y ha perdido el sentido comunitario, que es el papá del sentido común. En épocas remotas, en lo más temprano de los tiempos, cuando éramos los bichos más vulnerables de la zoología terrestre, cuando no pasábamos de la categoría de almuerzo fácil en la mesa de nuestros vecinos voraces, fuimos capaces de sobrevivir, contra toda evidencia, porque supimos defendernos juntos y porque supimos compartir la comida. Hoy en día, es más que nunca necesario recordar esas viejas lecciones del sentido común.
Eduardo Galeano