miedo al miedo

El miedo hace huir o paraliza.Nos hace invisibles, manipulables, nos anula. Si somos capaces de no sentir miedo seremos ENORMES. No podran con nosotr@s y ell@s lo saben. La cuenta atras para un mundo màs justo y humano ha comenzado.

29 abril 2008

HOY DE MENU:BIODIESEL
Much@s ciudadan@s queremos saber lo que está pasando con los alimentos.
En el siglo XXI, en el año 2008 muchos expertos empiezan a decir que por culpa de los biocombustibles van a empezar a faltar alimentos.

El consejero delegado de Nestle , ha dado la voz de alarma Braback apoya las declaraciones de un embajador de la ONU, Jean Ziegler, que afirma que el maíz necesario para hacer 50 litros de bioetanol alimentaría a un niño durante un año.
¿Por qué usar maíz para mover un coche si puede alimentar a un niño?

El maíz necesario para hacer 50 litros de bioetanol podría alimentar a un niño durante un año. Nestlé dice que habrá escasez de alimentos con los biocarburantes Empiezan las señales de alarma desde el sector alimentario. Nestlé acaba de encender la luz roja frente al uso de biocombustibles. El consejero delegado del primer grupo alimentario del mundo, Peter Braback, ha arremetido contra el incremento de la producción de biocombustible en el mundo, algo que considera “moralmente inaceptable”, ya que afirma que tendrá efectos devastadores y provocará falta de suministro de alimentos en el futuro. Europa se ha puesto como objetivo que en 2020 el 10% del combustible utilizado para transporte sea bio, es decir, elaborado con alimentos. En 2006, el porcentaje apenas alcanzaba el 1,8%. El biocombustible se produce con maíz, azúcar, remolacha, cereales... Se divide en el bioetanol y derivados y en biodiésel. El primero se elabora a partir de caña de azúcar y de grano ( y en un futuro de residuos forestales y pasto) y el segundo se realiza a través de aceite vegetal y grasas animales (en un futuro de algas y plantas no comestibles). Braback argumentó en el último número de la revista suiza NZZ am Sonntag : “Es irresponsable derivar alimentos a biocombustibles cuando hay gente por el mundo que lucha por alimentarse a sí mismos y a sus familias”. Esto lo dice el responsable del primer grupo de alimentación del mundo, que no sólo predica con palabras, sino también con hechos. En su memoria de responsabilidad social, Nestlé aboga por otras formas de energía, pero diferentes. En sus fábricas genera energía con la producción combinada de vapor y electricidad, utiliza gas natural y aboga por la recuperación del gas metano. Este grupo, con unas ventas anuales de 68.623 millones de euros y 480 fábricas repartidas por el mundo, ha reducido sus emisiones de gases efecto invernadero el 17,3% desde 2003. Braback apoya las declaraciones de un embajador de la ONU, Jean Ziegler, que afirma que el maíz necesario para hacer 50 litros de bioetanol alimentaría a un niño durante un año. Defensores Existen otras empresas de alimentación que por el contrario apoyan el uso de biocombustibles. En España, Ebro Puleva está construyendo fábricas para dar salida a la producción de azúcar fuera de la cuota establecida por Bruselas, y Sos Cuétara para el aprovechamiento de los desechos de la aceituna en la elaboración de su aceite. Los biocombustibles también han sido causantes, junto a la demanda de Asia y China de leche y carne y a la sequía, del incremento del precio de los cereales durante el año pasado, por la necesidad sobre todo de maíz para la producción de biocombustibles en EEUU. Uno de los máximos defensores en el viejo continente es EuropaBio, una asociación que representa a las industrias europeas de biocombustibles, que afirma que el uso de biomasa para combustible no pondrá en peligro el suministro de alimentos y que es necesaria más inversión en Europa en tecnología de segunda generación de biocombustibles, que no competirá con los recursos alimenticios. La sostenibilidad de los biocarburantes no sólo se cuestiona por temas de alimentación humana y por el incremento que suponen para el precio de las materias primas, sino también porque exigen la sustitución de grandes superficies forestales por campos de cultivo extensivo de especies vegetales adecuadas para la obtención de biocarburantes y por la utilización del regadío en estos cultivos con la escasez de agua que nos acecha. Por ello, las investigaciones que se están realizando en la actualidad se dirigen a desarrollar procesos para obtenerlos a partir, bien de residuos forestales o desechos agrícolas, bien de plantas no aptas para la alimentación animal o humana. Estos serían los biocombustibles de segunda generación. En la actualidad, en España, no es rentable la producción de biocarburantes sin subvenciones, ya que el coste de producción de los mismos es superior al de los carburantes de origen fósil. EEUU es el mayor productor de biocombustibles.
L. Cecilia, La Gaceta

http://www.attacmadrid.org/d/9/080423173547.php

Crisis alimentaria: la ONU da la voz de alarma
Jacques Diouf, el director General de la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura, desaprueba "decenios de elecciones políticas" «Si seguimos esperando a que lleguen las crisis para reaccionar, éstas no tendrán solución», avisó Jacques Diouf, director general de la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en una rueda de prensa que dio ayer en París. La subida de los precios de los productos alimentarios, que afecta desde hace algunos meses al mundo entero y que, combinada con un ambiente político propicio, ha provocado en algunos países arrebatos de cólera social, era previsible. Desde el mes de octubre de 2007, la FAO alertó sobre las «existencias más bajas desde los años ochenta», el «aumento de la demanda debido al crecimiento de la población mundial», la mejora cualitativa de la alimentación en los países emergentes, el «desvío de la producción agrícola para satisfacer la demanda de biocombustibles», y todo esto «exacerbado por la especulación»: todas las señales de alerta ya estaban al rojo.
Más allá de estos factores inmediatos, la situación actual «es el resultado de décadas de elecciones políticas», recordó el director de la agencia de la ONU. El sector agrícola se ha descuidado durante años. «Entre 1980 y 2000, la ayuda a la agricultura se redujo a la mitad». Resultados: no hay inversiones en los factores de producción, ni control del agua, ni infraestructuras de transportes que reducirían la dependencia de los campesinos, ni medios de almacenamiento, cuya ausencia ha conducido, en algunos países, a unas pérdidas de entre el 40 y el 60% de la producción». Jacques Diouf señaló también una «liberalización desigual» que puso a los países pobres en competencia con «los poderosos que ayudan a sus agriculturas a golpes de miles de millones». Criticó «las políticas que llevaron a desmontar las instituciones reguladoras» que garantizaban a los campesinos el suministro de los productos necesarios para la explotación y aseguraban un precio mínimo para la comercialización de sus producciones. Diouf tampoco se olvidó de los gobiernos: «Las políticas agrícolas afectan a la soberanía de las naciones. Hay un problema de elección de las inversiones de los presupuestos nacionales», subrayó. La renovación del interés por la agricultura es real. Simbólicamente, por primera vez desde 1982, el Banco Mundial consagró su informe de 2007 al desarrollo de las cuestiones agrícolas. Pero, más allá de los discursos de buenas intenciones y la ayuda de urgencia, las aplicaciones tardan en llegar. El director de la FAO constata que, hasta ahora, no se ha hecho nada para ayudar a los campesinos a hacer frente a la duplicación del precio de los abonos y semillas. Ya en el otoño advirtió de que, para garantizar una buena cosecha el año que viene, era imprescindible actuar sobre este punto antes de marzo.